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¿Gobiernas con propósito o solo administras la reputación?

Ya es Lunes 23 de Junio de 2025, y faltan 191 días para que se acabe el año.

Hoy quiero platicarte sobre algo que es mas común de lo que creemos: el propósito en las empresas.

¿Qué pasa cuando el propósito deja de ser brújula y se convierte en decoración de PowerPoint?

Te pongo el ejemplo de una entidad financiera con presencia en América Latina. Ellos realizaron el lanzamiento de un programa de inteligencia artificial para automatizar decisiones de crédito. El comité de dirección aprobó una inversión millonaria sin hacer una sola pregunta sobre el impacto social de esa automatización.

Meses después, un medio de investigación reveló que el algoritmo discriminaba por zona postal en varias ciudades del país. La empresa reaccionó tarde a esta crisis, perdió clientes, talento clave y reputación. El CEO renunció. En la carta de salida escribió: “Creo que perdimos el propósito en el camino”.

Es un caso hipotético, pero que ilustra muy bien la responsabilidad social que se tiene con el uso de la tecnología en estos tiempos en empresas que pierden la brújula.

Por eso, la gobernanza corporativa no es una práctica para complacer inversionistas; es un acto de coherencia institucional.

En el contexto actual, donde los líderes enfrentan disrupciones tecnológicas, cambios sociales y demandas éticas, el propósito organizacional se vuelve la única brújula confiable para tomar decisiones estratégicas complejas.

El problema es que muchos consejos han convertido el propósito en una frase bonita, no en una guía real. Un propósito sin impacto en las decisiones, no es propósito. Es marketing. Y cuando llega el momento de elegir entre rentabilidad inmediata y decisiones coherentes con los valores declarados, la incoherencia se nota. Y se paga caro.

No son pocos los casos:

📉 WeWork, que comenzó con la visión de transformar los espacios de trabajo, se convirtió en una historia de ambición desmedida y pérdida de rumbo.

📉 Facebook (ahora Meta), cuyo mantra era "conectar al mundo", hoy enfrenta cuestionamientos éticos por priorizar algoritmos que polarizan.

📉 Kodak, que lideró la fotografía mundial, ignoró su propósito de “conservar momentos importantes” al aferrarse al negocio del rollo y rechazar la transformación digital.

Estos no fueron fracasos de producto, fueron fracasos de propósito.

De haberlo entendido como parte esencial de su gobernanza, el desenlace habría sido distinto. La clase de Catarina Pohl en Board Academy me enseñó que la importancia y el poder que tiene el propósito en las decisiones de Consejos.

“Cuando el propósito no está presente en la sala, las decisiones se las lleva el ego.” — Frase que deberíamos repetir en cada comité

Aprendizaje clave:

El propósito no es un manifiesto para colgar en la pared. Es una herramienta de gobierno. Si no guía las decisiones del consejo, si no se traduce en cómo se mide el éxito, si no aparece cuando hay que elegir entre lo correcto y lo fácil… entonces no existe.

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Que tengas una gran semana!

Gustavo García Alvarado

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